La doctrina del cien pies se basa en la nefasta, anti-democratica y transgresora, vulneración de los derechos humanos y civiles, de la nefasta agenda 2030 y las consecuencias de a esta agenda en la vida de las personas. Cada pata de la oruga tiene unas consecuencias que van unidas a las demás y todas ellas forman el cuerpo de la oruga de la oruga de cien pies.
Cada pie de la oruga, es una acción en contra de la humanidad que hiremos desgranando pie a pie con videos y escritos.
Hoy comenzamos con:
LA DOCTRINA DEL SHOCK
La primera pata de la oruga es la Doctrina del Shock libro de la periodista Naomi Klein del cual os dejo un documental en el texto.
Una explicación muy sencilla. Es una manera muy simple de tendernos inmensas trampas colectivas.
Se trata de someter al colectivo humano a un shock que genere miedo, pánico, incertidumbre e inseguridad, terror, del grado requerido para que bajo esa amenaza, acepte medidas o «soluciones» traumáticas que en ningún caso hubiese aceptado en la situación previa.
El esquema general mil veces repetido es el de (problema-reaccion- solución).
PROBLEMA
La causa del problema bien puede ser de origen natural, espontáneo o bien puede ser provocada de forma artificial y premeditada por algún agente político, económico, militar, etc.
Lo importante en ambos casos, es que propicie el grado de terror e incertidumbre preciso. Estamos yá en la segunda fase.
LA REACCIÓN:
El pánico, la incertidumbre y el terror lleva a la sociedad a la eceptacion de eso que con lo que hemos dicho que nunca anteriormente se hubiera transigido. Ayer no lo hubieramos eceptado y hoy, sí. Hoy estamos dispuestos a aceptarlo y mañana, incluso a exigirlo. Incluso como derecho, llegado el caso y si el panico es suficiente. Estamos yá en el tercer paso, es decir…
LA SOLUCIÓN
Es algo que se proponga desde las instituciones nacionales o internacionales como consecuencia de un hecho sobrevenido de origen natural o bien premeditadamente causado, con la pretensión de darle una solución o salida.
Se aprovechan de forma oportunista esas circunstancias para proponer (en realidad, imponer) desde el poder, una «solución» igualmente oportunista, que bien estuviera previamente prevista para un caso así o bien se hubiera diseñado para aprovechar esa «ventana de oportunidad» que se ha generado.
En caso de deberse a una estrategia diseñada de antemano, en el momento preciso se genera una crisis, un accidente, una guerra, un atentado de falsa bandera o cualquier otro acontecimiento que genere el miedo y la incertidumbre, el pánico necesario que permita igualmente imponer las medidas igualmente diseñadas que llevarán a la sociedad (en su caso, a la Humanidad) a una nueva situación impensable poco antes.
Las guerras en general, las crisis económicas o las catástrofes naturales son un claro ejemplo de ello.
Sabido es que tanto las guerras como las crisis económicas, por ejemplo, obedecen normalmente a estrategias muy concretas.
Las catástrofes naturales han respondido históricamente a factores en gran medida incontrolables, pero hoy en día se conoce que son en muchos casos, provocadas o ayudadas de forma artificial, siendo muy discutido el grado y la extensión de esa capacidad por parte de Estados, ejércitos o instituciones nacionales e internacionales, de intervenir o provocar hechos tradicionalmente considerados espontáneos.
Un caso muy claro y muy cercano es la llamada crisis del Covid19, sobre la que se discute si se debió a la fuga por error de un agente infeccioso o virus, a su liberación premeditada o incluso si no fué causada por ningún agente diferente sino por un aprovechamiento oportunista o planeado de circunstancias «normales» como las «epidemias» de gripe, para hacer creer a través de la mayor operación psicológica de manipulación de la historia humana, para hacernos creer que estábamos ante algo terrible y novedoso, peligrosisimo.
El pánico generado a través del uso universal de los medios de «comunicacion» y propaganda fué tal brutal y generalizado, que la sociedad aceptó en cualquier caso y sin rechistar, incluso exigió, que se le inyectaran unas supuestas «vacunas» cuyos efectos gravisimos estamos padeciendo desde su administración a lo largo y ancho del mundo.
Estas inyecciones génica nunca hubieran sido aceptadas de forma masiva sin ese inmenso «shock» que supuso esa real o ficticia crisis «sanitaria» que permitió a todos los gobiernos del mundo, encerrarnos por meses en nuestras casas y provocar el cierre temporal y luego a perpetuidad de millones de pequeños y medianos negocios, empresas, industrias, etc, a escala mundial.
Así se dió comienzo a una agenda sin precedentes, imponiendo innumerables medidas de restriccion, represión, censura y castigo que poco antes no hubiéramos aceptado de ninguna manera. La pretensión claramente expuesta por los responsables de gestionar esa crisis, es aprovecharla para transformar la sociedad, el mundo, la economía y el ser humano, de forma radical y para siempre. Una transformación que se plantea sin ningún rubor, incluso convertirnos en seres «transhumanos» (ya nunca más humanos), hibridándonos con las máquinas a través de uso de inteligencia artificial y la tecnología por ejemplo
Es un muy claro ejemplo de la doctrina del shock. Una entre otras muchas de las que no nos damos cuenta y que se han dado a lo largo de todo el siglo XX.
«Controla el miedo y la comida, y controlarás las ratas».
«Será tan grande y te lo pondré tan cerca, que no lo verás, y caso de verlo, no te lo creerás». El elefante en la habitación.